Motivación laboral, el gran reto de las empresas

La motivación laboral de los empleados se ha convertido en uno de los caballos de batalla de empresas de todos los sectores. Las organizaciones son conscientes de los múltiples beneficios que implica contar con una plantilla feliz y motivada, pero no siempre saben cómo conseguirlo.

A fin de ayudarte a entender cuáles son las mejores prácticas en este sentido. Vamos a ver, en primer lugar, qué es la motivación, y luego expondremos algunos consejos para conseguirla.

¿Qué es la motivación laboral?

Con carácter general, la motivación es una fuerza que nos impulsa a hacer cosas. Si hablamos de ella dentro del ámbito del trabajo, la definimos como una fuerza que nos lleva a esforzarnos para cumplir una tarea de carácter profesional.

Está demostrado que una persona motivada trabaja más y mejor. La productividad en estos casos puede crecer por encima del 12%, y también lo hace la eficiencia, con niveles que superan el 30% con respecto a quien no está motivado.

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El papel de la empresa en la motivación laboral de sus empleados

Solemos pensar que la motivación es algo que nace de nosotros mismos, y es cierto, pero también podemos encontrarla en fuentes externas.

En el caso concreto de las empresas, estas tienen un papel protagonista en el desarrollo y mantenimiento de altos índices de motivación en sus empleados. Por ejemplo, si mantenemos un buen ambiente de trabajo y establecemos un sistema de liderazgo democrático, los miembros de la plantilla se van a sentir más a gusto y tendrán más incentivos para ir a trabajar y cumplir con sus responsabilidades.

Si, por el contrario, contamos con el típico jefe tirano, y el ambiente laboral es malo, hasta el empleado más capacitado acabará dando muestras de una bajada en su rendimiento.

¿Por qué es tan importante la motivación laboral?

Más productividad

Ya sabemos qué es la motivación y que la empresa tiene un papel relevante en la misma, pero debemos profundizar en los motivos que hacen que este concepto se haya vuelto tan importante para las empresas a nivel internacional y en todos los sectores económicos.

Los empleados son el auténtico motor de la compañía, si ellos no rinden, la entidad a la que le prestan sus servicios no alcanzará sus objetivos. Por tanto, a la empresa le conviene que sus trabajadores se encuentren lo mejor posible. Como decíamos antes, una mayor motivación equivale a mayor productividad y eficacia a la hora de trabajar.

Más autonomía y creatividad como una de las razones para la motivación laboral

Hay más motivos que nos hablan de la importancia de la motivación. Uno de ellos es su influencia en la autonomía del empleado. Si este está motivado, no necesita a nadie detrás de él que le diga constantemente qué tiene que hacer. Se responsabiliza de sus tareas y es capaz de cumplirlas a tiempo. Además, se muestra mucho más proactivo y desarrolla más tanto sus habilidades y capacidades profesionales como su creatividad.

Más lealtad de los empleados

Conseguir la fidelidad de sus equipos de trabajo es uno de los grandes retos de las empresas en la actualidad, porque fuera de los muros de su negocio hay una lucha encarnizada entre organizaciones para intentar atraer el mejor talento.

Si un empleado está motivado y se siente cómodo con su trabajo, la tentación de marcharse a trabajar a otro sitio será mucho menor. Es decir, que será mucho más leal.

Menos absentismo

Una de las principales razones por las que los empleados faltan a su puesto, es porque no están satisfechos con su trabajo. Para ellos, ir a trabajar puede ser poco menos que una pesadilla, ya sea porque no se sienten integrados en el equipo, porque no pueden asumir todas las tareas pendientes, o por cualquier otra circunstancia.

Por el contrario, cuando tenemos a una persona que se encuentra satisfecha con su trabajo, para ella supondrá un reto cumplir con los objetivos laborales que se le han marcado y, por tanto, no buscará cualquier excusa para ausentarse de la oficina.

Tipos de motivación laboral 

Aunque nos referimos a la motivación laboral como una única cosa, lo cierto es que dentro de la misma nos encontramos con varios tipos.

Según su origen

  • Motivación Intrínseca: procede de factores internos propios de la persona. Tiene que ver con su situación anímica, sus gustos, sus expectativas, etc.
  • Motivación Extrínseca: proviene de elementos externos al sujeto, como el salario o un reconocimiento público por la labor realizada.

Por el carácter del estímulo

  • Motivación Positiva: el sujeto obtiene una compensación positiva por lo que hace, y esto lo mantiene motivado.
  • Motivación Negativa: produce una falsa motivación, porque esta procede del miedo a tener que enfrentar ciertas consecuencias.

Según el nivel de necesidad

  • Motivación Primaria: procede de los impulsos básicos del ser humano. 
  • Motivación Social: deriva de la necesidad del individuo de ser aceptado en un determinado grupo social.Mo

Técnicas de motivación laboral

A continuación, vamos a ver algunas formas de conseguir una mayor motivación de los empleados.

Hacer encuestas de clima laboral

Parece evidente que para mejorar el bienestar de los empleados hay que empezar por conseguir que el clima laboral sea el adecuado, pero no basta con hacer unos ajustes, hay que hacer un seguimiento constante.

En este sentido, las encuestas de clima laboral son la mejor herramienta para poder tener un conocimiento real de cómo se sienten los empleados con respecto al ambiente de trabajo y, en base a esa información, tomar decisiones y aplicar las correspondientes medidas.

Fomentar el trabajo en equipo como otra de las técnicas de motivación laboral

Incluso la persona con el carácter más individualista se puede beneficiar del trabajo en equipo, porque la retroalimentación puede ser muy positiva. Si uno de los miembros se encuentra bajo de ánimo y desmotivado, el vínculo que mantiene con sus compañeros puede hacer que esas sensaciones negativas disminuyan.

Eso sí, no basta con poner a la gente a trabajar en equipo, hay que desarrollar una cultura organizacional que fomente ese espíritu de unión y cohesión entre todos los integrantes de la plantilla.

Potenciar la autonomía

Un trabajador que está siendo constantemente supervisado, está sometido a una presión que le impide dar lo mejor de sí mismo y que verá mermadas sus ganas de afrontar los retos.

Una buena forma de conseguir una mayor motivación por parte de los empleados, es darles un mayor margen de autonomía. Es importante que cada miembro de la plantilla sea consciente de que la empresa confía en él. Esto potenciará su autoestima y le dará mayor libertad a la hora de organizar su trabajo, haciendo que su motivación crezca.

Flexibilidad horaria

La flexibilidad es imprescindible en el escenario laboral actual. No podemos exigirles capacidad de adaptación a los empleados si la empresa no es capaz de ofrecer lo mismo.

Se ha demostrado que una de las técnicas que más hacen por la mejora de la motivación es implantar un sistema de flexibilidad horaria. Si el trabajador tiene un cierto margen de tiempo en la entrada y la salida, disminuye mucho la presión a la que está sometido. Puede compaginar mejor su vida privada y su vida profesional, y esto hará que se sienta más cómodo en su puesto.

Fijar metas a corto plazo como otra de las técnicas de motivación laboral

Si todos los objetivos que se les han planteado a los empleados están orientados al largo plazo, la sensación de desmotivación hará acto de presencia tarde o temprano. Porque, por mucho que se trabaje, no se tiene la sensación de estar más cerca de la meta.

Esto se puede evitar apostando por los objetivos a corto y medio plazo. La idea es dividir un objetivo a largo plazo en varias metas que puedan alcanzarse en un lapso de tiempo más corto. A medida que se vayan alcanzado esas pequeñas cimas, los trabajadores se sentirán más satisfechos con su desempeño y estarán más motivados.

Establecer períodos de descanso

Todavía quedan empresarios de la vieja escuela que piensan que cuando sus trabajadores están descansando están perdiendo el tiempo, pero esto no es así.

Numerosos estudios demuestran que el cerebro no es capaz de mantener la concentración durante más de 90 o 110 minutos. Agotado ese tiempo, el rendimiento comienza a bajar. Podemos tener a un empleado sentado en su escritorio todo el día, pero llegará el momento en que dejará de ser productivo.

En lugar de eso, vamos a potenciar la realización de pequeños descansos cada cierto tiempo de trabajo. Bastan 10 minutos para que el cerebro se oxigene y para poder estirar los músculos después de pasar mucho tiempo en una misma postura. Al volver al trabajo, la concentración volverá a ser máxima. 

El empleado notará que su tiempo de trabajo le cunde mucho más y, por tanto, se sentirá más satisfecho y más motivado.

Crear un sistema de recompensas e incentivos

Una felicitación pública por la consecución de un logro, o un pequeño premio, pueden hacer mucho por la motivación, porque le trasladan a la persona la sensación de que es importante para la organización y que ha conseguido las metas marcadas.

No todos los incentivos tienen que ser necesariamente económicos, hay otras alternativas. Por ejemplo, regalar a quienes han participado en un proyecto complejo una entrada a un spa para que vayan con un acompañante, o sorprenderlos con un desayuno en la oficina.

Con unos empleados motivados, la empresa tiene muchas más posibilidades de alcanzar los objetivos que se ha marcado. Además, tendrá la seguridad de contar con una plantilla que se siente contenta y satisfecha con lo que hace. Si crees que ha llegado el momento de tomar medidas en tu negocio para mejorar la motivación laboral, no lo dejes para mañana, tienes mucho que ganar.