Tabla de contenidos
Hoy realizamos una entrevista a Ema Yoshikawa. Esta chica se formó como psicóloga en la Universidad Iberoamericana de México, y estudió Coaching Ontológico en Newfield Network. Desde hace más de 15 años, lidera proyectos y equipos en diferentes ramas de los Recursos Humanos, en sectores tan diversos como las telecomunicaciones, el retail, o la educación, entre otros. En la actualidad, desempeña el puesto de Gerente de People en ABInBev Chile.
Tal y como muestra su perfil de LinkedIn, es gerente de personas, experta en cultura, diversidad, comunicaciones internas y desarrollo organizacional. Por eso, y dado que estamos en el mes de la mujer, hemos querido preguntarle cómo ha sido su camino hacia alcanzar el liderazgo y qué obstáculos se ha encontrado.
Algunas de las características que destacan en el liderazgo femenino son: mayor sociabilidad, mayor valor al cooperativismo, mentalidad innovadora y más empatía. En tu opinión, ¿cómo influyen estas características en el desarrollo de las empresas?
Si bien históricamente estas características pueden ser asociadas al género femenino con mayor frecuencia, es importante no perpetuar estereotipos asociados a los géneros. Decir, por ejemplo, que los hombres tienen mejores habilidades numéricas, o que las mujeres tienen mejores relaciones humanas, podría restringir el acceso de las personas según su género a determinados ámbitos dentro de una organización, o incluso generar expectativas sobre las competencias que se esperan de una mujer, guiadas únicamente por su género.
He tenido la fortuna de cruzarme con grandes mujeres con diversas habilidades y competencias, con las cuales han logrado llevar a cabo gestiones exitosas, y lo mismo en el caso de los hombres. Hoy por hoy, lo que debemos impulsar es una mayor conciencia de que tanto hombres como mujeres somos capaces de asumir roles de liderazgo y de toma de decisiones. Entendiendo que todos, sin importar el género, edad, nacionalidad u otra característica personal, podemos alcanzar las competencias requeridas para cualquier cargo.
La presencia femenina puede generar un impacto positivo en las organizaciones, aportar una perspectiva diferente, y habilidades valiosas que pueden mejorar la cultura, la innovación e incluso la rentabilidad.
¿Cómo ha sido tu camino para llegar a ser una líder femenina? – otra pregunta de la entrevista a Ema Yoshikawa
Ha sido clave elegir desarrollar mi carrera en distintas empresas con un alto grado de conciencia en torno a la equidad de género y los beneficios asociados a tener diversidad de pensamiento y de miradas para fomentar la innovación y la rentabilidad.
Espero que sean muchas las que hoy aspiran a buscar entornos laborales donde se nos permita ser nosotras mismas, valoradas por las diferencias y acompañadas constantemente para encontrar nuestra mejor versión.
Soy mamá de un torbellino que hoy tiene 8 años, uno de mis principales desafíos personales y mi gran maestro de vida. Entendí que para avanzar en mi carrera siendo mamá tenía que estar dispuesta a tomar decisiones difíciles. Muchas veces, viví con la culpa de no estar tan presente para mi hijo en sus primeros años como ambos hubiéramos querido. No hay caminos correctos, las mujeres elegirán lo que les parece correcto en un contexto determinado. Lo importante es poder tomar decisiones de manera informada y consciente. Lamentablemente, son decisiones que nos toca tomar con mayor o menor dificultad dependiendo de cuales sean nuestras redes de apoyo personal, porque criar sola es tremendamente difícil.
Adicionalmente, gracias a mis últimos roles muy cercanos a la gestión de la Diversidad e Inclusión dentro de las organizaciones, entendí muy a tiempo que las mujeres enfrentamos barreras de género importantes que tienden a ser invisibles para nosotras mismas porque están naturalizadas dentro de las normas sociales. Conocer esto, y entenderlo en detalle, te permite de alguna manera “hackear” ese sistema construido en base a sesgos, para poder avanzar de manera fluida en tu carrera.
¿Qué ha sido lo más difícil de ser una líder femenina? – otra pregunta de la entrevista a Ema Yoshikawa
Existen importantes barreras de género asociadas al desarrollo profesional de las mujeres dentro de una organización. Dentro de ellas está la conciliación entre la vida laboral y la vida familiar/doméstica, socialmente asociada al “rol natural” de las mujeres y que, sumada a nuestra alta autoexigencia, hace que intentemos cubrir ambos ámbitos a la perfección poniendo demasiado en nuestro plato.
Si bien hay otras barreras relevantes por género, para mí, las principales radican en nuestras propias limitaciones, creadas por los estereotipos sociales que debemos cumplir y por el tipo de educación que hemos recibido. (¡No somos culpables de nuestras limitaciones! Las hemos aprendido en el tiempo y es momento de desaprenderlas).
Algunas de estas limitaciones son tan comunes que ya han sido bautizadas con conceptos como “Techo de cristal”, “Síndrome de la impostora” y “Suelo pegajoso”. En mi caso, la barrera de mayor presencia es el “Síndrome de la impostora”, esa “loca de la azotea” (que diría una amiga), que vive en nuestra cabeza y que todo el tiempo nos dice que “no lo haremos bien”, “ no eres lo suficiente buena” o que cuando algo sale realmente bien te dice que “ fue cuestión de suerte”.
Las mujeres tenemos que creernos el cuento y saber que nuestros logros son producto de nuestra inversión de tiempo y dedicación. Entender lo anterior y definir planes para echar abajo nuestros propios sesgos y limitaciones, es un camino que requiere de mucha valentía, paciencia, autocompasión y perseverancia.
¿Qué consejo le darías a las mujeres que tienen el sueño de crear su propia empresa o de ser líderes de empresa?
La mitad de la población del mundo son mujeres, las mujeres no somos enemigas ni rivales como le enseñaron a mi generación las antiguas películas de Disney. Donde la madrastra, hermanastras y brujas nos envidiaban y competían con nosotras. Las mujeres tenemos la tremenda posibilidad de crear comunidades basadas en la sororidad (solidaridad entre nosotras) para impulsar mutuamente nuestras carreras.
Busca mujeres exitosas para que sean tus sponsors, mentoras y compañeras de viaje. Esto es algo que he incorporado siempre en mi agenda. Nutrirte de la experiencia de otras es algo que no aprenderás en ninguna Universidad.
Cuando una mujer crece, todas crecen, porque se abren puertas que antes estaban cerradas.
¿Crees que aún existen barreras para que las mujeres apuesten por puestos directivos? – otra pregunta de la entrevista a Ema Yoshikawa
Claro, parte de las barreras las pone el entorno y otras nos las ponemos nosotras mismas. Necesitamos mejores políticas en torno a la maternidad/paternidad para la conciliación vida/trabajo y la corresponsabilidad. Tenemos que trabajar en nuestro amor propio, creernos un poco más el cuento y hacer crecer redes con personas generosas que saben más que nosotras.
Hay que visibilizar a las mujeres en ese rol, para que otras vean que sí se puede y se atrevan a apostar por ello.
Según tu experiencia, ¿cómo pueden las empresas promover el liderazgo femenino?
No hay fórmulas únicas ni perfectas, todo depende de la cultura de cada organización, de sus líderes, de su historia.
Las que he observado en mi camino con mucho éxito son:
- Visibilizar a mujeres poderosas: siempre están por ahí, a veces con miedo a mostrarse lo suficiente por no parecer “presumidas” y poco humildes. Históricamente nos enseñaron a ser así, “calladita más bonita”, pero hay mujeres increíbles, trabajando en silencio, y que debemos visibilizar para que sean ejemplo y referente para otras.
- Medir, medir y medir. No basta con saber cuántas mujeres hay en la organización. Tenemos que saber más: ¿Dónde están? ¿En qué áreas? ¿Cuántas son líderes? ¿Cuántas han sido promovidas el último año? Tener información ayudará a identificar los focos de trabajo.
- Capacita a tus líderes, a todos, no solo a las mujeres. Uno de los temas relevantes para trabajar en equidad es que todos estemos sensibilizados sobre el valor de la diversidad, los sesgos inconscientes, el networking, la marca personal, los micromachismos, etc.
Hay muchas más medidas más, pero ninguna funciona por sí sola ni en todas partes. Las soluciones deben ser para cada organización.
¿Cuál crees que es la característica que ha definido tu carrera? ¿Por qué? – otra pregunta de la entrevista a Ema Yoshikawa
La curiosidad, querer aprender de todo incluso más allá del rol formal que tuviera en ese momento. La curiosidad es inagotable, porque cuando aprendes algo nuevo vas descubriendo nuevas posibilidades de aprendizaje. Cuando eso vive en ti, no tienes más remedio que crecer. La curiosidad es buena para desarrollar también la empatía, te acerca a las personas con un interés real de conocerlas mejor.
Atreverse. No es ausencia de miedo, el miedo nos protege del peligro. Es avanzar e ir por aquello que quieres aun con miedo, con la convicción de que tienes o tendrás lo que necesitas en el camino.
Un interés real por las personas. Soy una convencida de que, cuando amas, siempre sacas lo mejor de ti. Yo amo trabajar para y con las personas.
¿Qué es lo que más orgullo te hace sentir de ser una líder femenina?
Me enorgullece haber construido una carrera fiel a mis principios y a quien soy. Una carrera ambiciosa conlleva sacrificios. No me atrevo a decir que para las mujeres los sacrificios son mayores, son diferentes. Lo que lo hace más difícil para nosotras es que son sacrificios por los que la sociedad te carga una culpa desmesurada, por no cumplir con tu rol doméstico y de madre estando disponible 24/7 para ello. Por eso, tienes que estar muy segura de lo que quieres, porque siempre habrá personas dispuestas a decirte lo que te estás perdiendo por tu trabajo. Siento que he avanzado con un equilibrio que a mí me funciona y que me tiene feliz.
En Hirint estamos comprometidos con la diversidad e inclusión por esta razón queremos en el mes de la mujer dar voz a mujeres líderes y así inspirar a otras. Por eso, hemos realizado esta entrevista a Ema Yoshikawa. Puedes conocer más sobre Hirint aquí