De un tiempo para acá, las empresas están teniendo que afrontar un nuevo reto en la gestión de personal: la diversidad. Aprender a conseguir un equipo diverso es fundamental para cualquier empresa.
Hasta hace unas décadas, los equipos de trabajo eran bastante homogéneos. Formados, en la mayoría de los casos, por hombres con una formación similar y dentro de un rango de edad más o menos amplio.
Sin embargo, hoy en día las plantillas de las empresas son mucho más diversas. Hay hombres, mujeres, trabajadores más mayores y empleados muy jóvenes, personas de diferentes nacionalidades y culturas, etc.
La diversidad enriquece la empresa, porque cada trabajador puede aportar algo único. No obstante, cuando los empleados son muy diferentes entre sí, la gestión debe adaptarse a esta circunstancia.
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¿Por qué deberían las empresas conseguir un equipo diverso?
La diversidad parece haberse convertido en una moda o una tendencia dentro del mercado laboral, pero debe ser mucho más que eso. Las empresas que abogan por tener una amplia variedad de personas en su plantilla deben hacerlo porque son realmente conscientes de los beneficios que obtienen con ello. Veamos algunos de los más importantes.
Innovación
Cuanta más heterogeneidad de perfiles exista dentro de un equipo de trabajo, más fácil será que surjan nuevas ideas para solucionar problemas.
Si ponemos a trabajar juntos a empleados que tienen diferentes aptitudes, han pasado por experiencias que no son similares entre sí, o han desarrollado habilidades diversas, seguramente podrán hallar soluciones mucho más eficientes.
Toma de decisiones más rápida como razón para conseguir un equipo diverso
Es mucho más fácil que dos personas que son cognitivamente diferentes entablen una negociación y alcancen una solución, a que lo hagan quienes piensan de forma similar. Por tanto, en los equipos diversos el proceso de toma de decisiones suele ser mucho más rápido.
Atrae y retiene el talento
Sentirse diferente en una organización en la que parece existir una cierta homogeneidad dentro de la plantilla, no es cómodo para el trabajador. Lo más probable es que a la persona no le interese trabajar en esa empresa y, si llega a hacerlo, acabe por marcharse más pronto que tarde.
Por el contrario, si el nuevo empleado sabe que va a integrarse en una plantilla diversa, se sentirá mucho más cómodo desde el primer momento.
Así, los equipos diversos contribuyen a atraer el talento y también a retenerlo. Porque en ellos nadie va a sentirse diferente.
¿Qué tipos de perfiles podemos encontrar al conseguir un equipo diverso?
Ya hemos visto que la heterogeneidad en la plantilla es muy ventajosa para la empresa. Pero, a la hora de buscar nuevos empleados, ¿qué perfiles se pueden encontrar?
La diversidad se puede englobar en dos grandes grupos:
- Demográfica.
- Características humanas.
Por tanto, en un equipo diverso nos vamos a encontrar con personas de diferente edad, género, nacionalidad, religión, cultura, formación, experiencia profesional, talento, conocimientos, etc.
La combinación de todos estos elementos da lugar a una sinergia que se traduce en una ventaja competitiva para la empresa. Haciendo que esté mucho más preparada para afrontar posibles amenazas y también para aprovechar las oportunidades.
Para empezar a crear equipos diversos, es necesario comenzar con una job description diversa e inclusiva. Que a los posibles candidatos les quede muy claro que sus características personales no van a suponer una barrera para acceder al empleo.
5 claves para la gestión tras conseguir un equipo diverso
La diversidad en la organización tiene varias dimensiones:
- Se orienta a la captación y mantenimiento del talento sin importar las etiquetas.
- Tiene en cuenta las necesidades de todas aquellas personas que forman parte de la empresa. Partiendo de la base de que dichas necesidades van a ser diferentes de un empleado a otro.
- Busca promover la eliminación de todo tipo de prejuicios.
- Apuesta por el empoderamiento de todas las personas, especialmente de aquellas que están en riesgo de exclusión social o lo tienen más complicado cuando se trata de acceder a un puesto de trabajo.
Sabemos que en un equipo diverso los integrantes tienen habilidades y competencias diferentes entre sí. Pero también son diferentes sus necesidades y hasta su forma de entender el trabajo. De ahí la importancia de saber hacer una buena gestión. Por eso, vamos a ver cinco consejos que pueden ayudar a las organizaciones a la hora de afrontar este reto.
1. Practicar una escucha activa orientada a la empatía
La escucha activa implica mucho más que oír lo que el otro tiene que decir. Supone prestar verdadera atención a lo que la otra parte está comunicando y tener en cuenta sus argumentos.
En este caso, se debe ir un paso más allá. No solo se debe escuchar para entender lo que quiere o necesita la otra parte, también para ponerse en su lugar y comprender así realmente qué es lo que quiere transmitir esa persona.
A la hora de gestionar un equipo diverso, el líder debe darse un tiempo para entender cómo funcionan las cosas dentro del equipo. Cómo se hacen las cosas y por qué se hacen así y no de otro modo.
Para obtener esta información, la comunicación se vuelve fundamental. El líder debe ponerse en el lugar de sus empleados si de verdad desea entender su punto de vista y comprender por qué hacen las cosas de una determinada manera.
Además, hay que tener en cuenta que en un equipo diverso cada empleado es diferente. De ahí la importancia de dedicar tiempo a cada miembro para poder conocerlo mejor y empatizar con él.
2. El líder debe actuar como tal
El talento puede ser diverso, pero el equipo de trabajo debe funcionar como un engranaje bien engrasado. La compenetración entre sus miembros debe ser la mejor posible. Y esto solo es factible si al frente de ese equipo hay un buen líder.
Como decíamos antes, el líder debe conocer en profundidad a los trabajadores de su equipo y también la forma en la que trabajan. Cuando tenga este conocimiento podrá desarrollar su rol con mayor eficacia.
Su papel es preparar a su equipo para el éxito. Tiene que definir las metas y crear una hoja de ruta para alcanzar los objetivos marcados. Siempre teniendo en cuenta las capacidades de sus empleados y las particularidades de cada uno de ellos.
Cuanto más diverso es un equipo, más probable es que aparezca alguna barrera cuando se intentan implantar cambios. Sin embargo, si el líder está bien capacitado y ha empatizado con su equipo, sabrá a la perfección cómo puede plantar cara a la oposición al cambio.
3. Hay que ser flexible
Toda empresa quiere que sus equipos de trabajo sean de alto rendimiento. Pero en la gestión de Recursos Humanos hay que ser consciente de que no todo el mundo tiene la misma capacidad de trabajo.
Por ejemplo, una persona joven con hijos tendrá menos disponibilidad para hacer horas extra. Mientras que a alguien que ya está cerca de la jubilación es posible que le cueste un poco más adaptarse a los cambios tecnológicos. Eso no quiere decir que su valía sea menor a la del resto del equipo.
Precisamente por ello, es importante fomentar un cierto grado de flexibilidad tanto en los líderes como en los empleados. Que todo el mundo tenga capacidad de adaptación frente a determinadas circunstancias.
4. Es necesario fomentar la humildad
Más allá de la flexibilidad, tanto el líder como los empleados que tiene a su cargo deben ser humildes. Esto es especialmente importante cuando se está en un entorno en el que los puntos de vista no son homogéneos.
Ningún miembro del equipo debe considerarse por encima del resto. Pensar que sus ideas y opiniones valen más que las de sus compañeros. Si esto ocurre, se pierden todas las ventajas propias de un equipo diverso.
Cada empleado debe verse a sí mismo como un miembro valioso del equipo. Saber que puede aportar sus ideas y opiniones, y que estas van a ser valoradas y escuchadas en el mismo grado que las del resto.
Aquí es especialmente importante el papel del líder. Más que un jefe, es un guía, un ejemplo a seguir para sus subordinados. Por tanto, es él el primero que debe dar ejemplo cuando se trata de ser humilde y escuchar y valorar lo que tengan que decir los demás.
5. Sumar habilidades
En un equipo de trabajo cada miembro puede aportar algo valioso. Si, además, estamos ante un equipo diverso, lo que puede aportar cada persona es diferente a lo que aportan los demás.
Al sumar habilidades el equipo gana en eficacia y en eficiencia. Siempre y cuando sea capaz de sacarle partido a esa diversidad y no se caiga en el error de intentar imponer una cultura dominante.
Si se ha trabajado la escucha activa, la empatía, la humildad, la flexibilidad, y se cuenta con un buen líder, el resultado será un equipo formado por personas con diferentes habilidades que trabajan bien entre sí y son capaces de aprovechar al máximo sus capacidades.
Los equipos diversos han dejado de ser la excepción para convertirse en la norma general en la mayoría de las empresas. Sacarles el máximo partido posible requiere hacer una buena gestión de esa diversidad para obtener lo mejor de cada empleado.
Una buena estrategia para conseguir un equipo diverso es evaluar antes de contratar, esto te permite predecir el encaje y el desenvolvimiento del futuro empleado en el puesto de trabajo. Hirint plataforma de evaluación inteligente te permite conocer aún más a tus candidatos. Reserva una reunión con nosotros ¡AQUÍ!